miércoles, 15 de marzo de 2017

MÉTODO KIVA







GUÍA PARA PADRES MÉTODO KIVA


Esta Guía para padres es parte del programa KiVa contra el acoso escolar, es una herramienta fundamentada en investigaciones para prevenir y reducir los  del acoso escolar. KiVa es un programa basado en la escuela, que fue desarrollado por expertos de la Universidad de Turku, Finlandia. 
El objetivo de esta guía es ofrecer a los padres información sobre el acoso escolar, lo que conocemos a partir de las investigaciones actuales y lo que puede hacerse en el hogar y en la escuela. La cooperación entre el hogar y la escuela es importante para abordar el acoso escolar. KiVa propone – ¡Trabajemos juntos!
Los puntos principales aparecen resumidos al final de cada capítulo. Además hay una recapitulación de la guía en la página 34 que brinda un resumen de los puntos más importantes.


http://www.observatorioperu.com/2015/Febrero/KiVa%20Parents%20Guide.pdf

PAREJAS FELICES


martes, 14 de marzo de 2017

PADRES TÓXICOS


PADRES TÓXICOS


PADRES TÓXICOS, cómo detectarlos
En este artículo reflexionaremos sobre qué es ser un padre o madre tóxico, a qué nos referimos cuando hablamos de este concepto y cómo evitar convertirnos en uno de ellos o cómo evitar contagiarnos por esos que ocupan los primeros puestos en las filas y corrillos de las puertas del cole.
 ¿Qué es un padre tóxico?
La psicóloga estadounidense Susan Forward los describe en su libro “Padres que odian” como aquellos que, por diferentes razones, causan sufrimiento a sus hijos a través de la manipulación, el maltrato, las demandas, desde la infancia hasta la adultez.
Estos niños al llegar a adultos y como consecuencia de este tipo de relación con sus progenitores, escribe la experta,  una relación que les ha llevado a crecer en un entorno inseguro en términos emocionales, serán adultos con baja autoestima, inseguros, sumisos y emocionalmente inestables.
Los padres tóxicos, así llamados por la mencionada psicóloga, existen, aunque nos nos lo creamos. Pero existen este tipo de padres: egoístas, narcisistas, que sólo piensan en ellos mismos, que incluso envidian los logros de sus propios hijos e intentan  rebajarles, humillarles minimizando sus éxitos, con tal de quedar ellos siempre por encima. 
1. Agreden a sus hijos física y psicológicamente. Utilizan el castigo físico y el castigo psicológico de forma indiscriminada. Son los padres que dicen a sus hijos constantemente que no valen nada.
2. Utilizan la crítica destructiva. Se trata de críticas que sólo sirven para humillar al hijo, llenas de connotaciones negativas hacia él. Suelen humillarle delante de los demás.
3. Se presentan como víctimas de sus hijos. Ante los demás, sus hijos son rebeldes, desobedientes, y maltratan a sus padres. En muchas ocasiones justifican sus actos asegurando que sus hijos son insoportables.
4. Son padres manipuladores. Capaces de mentir para conseguir que sus hijos hagan todo lo que desean.
5. Utilizan el chantaje afectivo. A cambio de un poco de cariño, los hijos deben soportar el maltrato psicológico. Consiguen crear una dependencia emocional. En algunos casos lo consiguen con exceso de cariño. En el polo opuesto, los padres ausentes, que aportan amor a sus hijos con cuentagotas.
6. Son padres sobreexigentes. Piden más de lo que el niño es capaz de dar.
7. Son padres dictadores. Autoritarios hasta el punto de escoger los amigos, la pareja o el futuro profesional de su hijo. Utilizan el miedo para controlar a los hijos.
8. Compiten con los hijos. En cierta manera, les envidian.
9. Usan las bromas 'pesadas' como ataque hacia ellos, para dejarles en evidencia constantemente.

Padres tóxicos: 15 características que los hijos detestan

La gran mayoría de padres intentan de manera genuina darlo todo por sus hijos y hacer todo lo que tienen a su mano para satisfacer sus necesidades, pero incluso lo padres con mejores intenciones cometen errores y llevan a cabo comportamientos poco beneficiosos para el desarrollo y el bienestar de sus descendientes.
Desafortunadamente, algunos padres van más allá que los simples errores y realizan conductas tóxicas que perjudican seriamente el crecimiento de su hijo y su salud emocional, porque la figura de un padre puede marcar el futuro de su hijo y es, junto a la madre, el agente educativo más importante para éste,
Pero, ¿cuáles son las conductas perjudiciales de los padres hacia sus hijos? ¿cuáles son los comportamientos tóxicos de los progenitores? A continuación puedes encontrar las 15 características más habituales de los padres tóxicos.

1.  Demasiado exigentes

Hay algunos padres que son demasiado exigentes con sus propios hijos y que no toleran sus fracasos. Estos padres críticos, son demasiado perfeccionistas y esperan que sus hijos lo hagan todo bien, y piensan que la manera de conseguirlo es recordándoles sus errores una y otra vez.
Este tipo de comportamiento puede provocar serios problemas para sus descendientes en el futuro y, en ocasiones, un daño psicológico y emocional que puede acompañarles el resto de su vida. Una de las causas de esta conducta puede ser la baja autoestima del padre, un tremendo sentimiento de inferioridad e incluso una personalidad perfeccionista.

2. Manipuladores
A pesar de que muchos padres tienen un comportamiento ejemplar con sus hijos, hay otros que, de manera consciente o inconsciente, tienen una actitud manipuladora y que dañan profundamente a sus hijos, porque, en ocasiones, no pueden escapar de ellos. Son padres que, además, suelen tener este tipo de comportamiento con otros individuos y, por tanto, sus propios hijos sufren sus comportamientos tóxicos también.
Las personas manipuladores son expertas en detectar las debilidades ajenas para llevarlas a su propio terreno de manera sigilosa. Además, suelen no detenerse hasta conseguir su objetivo, son insaciables y suelen tener una gran necesidad de control.

3. Autoritarios, poco tolerantes e intransigentes

Los padres autoritarios son aquellos que obligan a sus hijos a comportarse de determinada manera sin tener en cuenta sus necesidades y emociones, Son intolerantes e inflexibles y hacen sentir mal a éstos, mostrándose incluso agresivos cuando sus hijos no actúan como ellos desean. Esto incluye sacar las cosas de contexto y actuar de manera desproporcionada en muchas ocasiones. 
Son padres que muestran una comunicación escasa con sus hijos e intentan criar niños obedientes, pero también muy dependientes. Al ser poco afectuosos, sus hijos suelen acabar siendo poco alegres o espontáneos.

4. Maltratadores físicos y verbales

Por mucho que a algunos de nosotros nos cueste creer que existen padres que maltratan a sus hijos, éstos existen. Algunos de éstos emplean la violencia física en momentos puntuales y otros más a menudo. Algunos de ellos emplean la violencia verbal: hablando de malas maneras y propinando insultos. Los padres maltratadores crean problemas serios en la autoestima de sus hijos y provocan un daño que puede difícil de borrar de la memoria.

5. Demasiado críticos

Existen los padres exigentes como hemos dicho, pero, además, también es posible encontrar padres demasiado críticosSon padres que raramente elogian a sus hijos y no suelen ser conscientes de que no saben que con sus reproches continuos acaban reforzando el mal comportamiento que pretenden corregir. Criticar trae consigo juzgar, censurar y condenar, y esto hace que los hijos se pongan a la defensiva y respondan con hostilidad y desconfianza.

6. Poco afectuosos

Los hijos necesitan sentir el cariño de sus padres, especialmente cuando se sienten solos. El cariño del hogar puede ayudar a pasar los malos ratos y crea vínculos afectivos que luego el niño aprende. Los modelos familiares que no tienen su base en el afecto y la confianza, pueden provocar problemas en las relaciones interpersonales de los hijos en el futuro.

7. Poco comunicativos

La comunicación es básica en las relaciones interpersonales, porque puede evitar muchos conflictos. Pero en el caso de la relación padre-hijo es especialmente necesaria porque puede ayudar al hijo a sentirse querido y es necesario para su correcta educación. Los padres poco comunicativos evitan tener conversaciones con sus hijos y no tienen en cuenta sus necesidades. De hecho, los padres deberían tener en cuenta no solo lo que dicen, cuándo lo dicen y cómo lo dicen, sino que deberían ser expertos en la escucha activa de sus hijos.

8. Culpabiliza a sus hijos de sus propios fracasos o frustraciones

Algunos padres no están a gusto con sus propias vidas, por ejemplo, por sentirse fracasado en su trabajo. Como consecuencia de ello, su autoestima puede estar baja y pueden mostrarse bastante irritables y poco pacientes. Estos padres, además, pueden cometer el error de proyectar sus fracasos en la gente que les rodea, especialmente a aquellas personas cercanas, como sus propios hijos.

9. Proyecta sus fantasías o sueños en sus hijos

Mientras algunos pueden culpar a sus hijos por sus fracasos, otros pueden proyectar sus sueños fallidos o expectativas no cumplidas en los más pequeños. En otras palabras, pretenden que sus hijos vivan la vida que ellos no han podido vivir. Por ejemplo, obligándoles a bailar cuando los niños no disfrutan con esta práctica.

10. Excesivamente protector

La gran mayoría de los padres quieren que sus hijos estén bien y se preocupan por ellos. Pero algunos padres convierten esta conducta en un comportamiento totalmente tóxico. Por ejemplo, no dejándoles salir con sus amigos a pasear en bicicleta por miedo a que tengan un accidente. Esto provoca que sus hijos se vuelvan inseguros y no desarrollen su propia autonomía, y, además, no les dejan disfrutar de su vida.

11. No aceptan sus amistades

Los padres tóxicos no aceptan las amistades de sus hijos porque tienen expectativas de quién deben mezclarse o no mezclarse. Ya sea porque no tienen carrera, porque llevan tatuajes o por no ser como ellos quieran que sean. Los padres tienen que dejar a sus hijos vivir su vida.

12. Planifican su carrera profesional

La preocupación de los padres porque sus hijos tengan la vida que ellos desean puede hacer que sus hijos acaben eligiendo su carrera profesional en función de los gustos de sus padres. Por ejemplo, algunos hijos pueden destacar como artistas y pueden ser felices desarrollando su pasión, pero, en cambio, acaban estudiando la carrera de medicina y dedicándose a algo que no les hace plenamente felices. Cada uno debe vivir la vida en función de sus propios sueños y expectativas, no reproducir la de sus progenitores.

13. Son egoístas

Todos hemos conocido a personas muy egoístas durante nuestra vida, pero más complicada es la situación cuando este tipo de hábitos y actitudes egocéntricas se manifiestan en los padres. Los padres egoístas solo piensan en sí mismos y causan mucho sufrimiento en los hijos que pueden no sentirse queridos. Las personas egoístas, igual que los padres egocéntricos ,comparten algunas características. 
14. Son un mal modelo
Los padres son ejemplos para los hijos y son los modelos más importantes para su vida, porque en ellos se ven reflejados y suelen heredar ciertos hábitos, costumbres e incluso comportamientos. Cuando los padres no dan ejemplo y son un mal modelo, los hijos corren el riesgo de aprender conductas nocivas

15. No les enseñan hábitos saludables

Los hijos se ven reflejados en los padres, pero especialmente importante es saber que los progenitores educan a sus hijos a la hora de adoptar hábitos saludables. Los padres que no tienen un estilo de vida saludable, mandan un mensaje erróneo a sus hijos, y eso puede tener un efecto en su salud futura.
No solo eso, sino que, además, cuando los hijos son muy pequeños son seres que están a merced de sus padres. Si éstos les alimentan mal, los hijos pueden sufrir las consecuencias negativas de este comportamiento. Por ejemplo, sufriendo sobrepeso debido los malos hábitos alimenticios de la familia y un estilo de vida sedentario.

SOLUCIONES

1. Enfrentar a los padres desde la perspectiva de dos adultos hablan.
2. Explicar a los progenitores con la mayor claridad posible lo que piensas, lo que está mal en la relación, lo que la daña, lo que hace sufrir.
3. Preguntarles si creen que hay algo que puedan hacer para contribuir al problema que tienen ambos en esta relación.
4. Preguntarles si existe una razón para el maltrato, para las descalificaciones, para la falta de cariño, si es el caso.
5. Si ellos responden que la culpa es suya y no reconocen que hay un problema, es una señal poderosa de que ellos no quieren contribuir a tener una relación saludable.
6. Si eso no es suficiente para cambiar el trato, limitar el contacto. Si el padre se queja, retomar la conversación desde el punto en que le pides que cambie. Si nuevamente no lo hace, considerar la opción de abandonar por un tiempo ese lazo sentimental dañino.


GUÍA DE USO DE TECNOLOGÍA EN ADOLESCENTES

Buenas noches, Os dejo esta guía interesante para que le echéis un vistazo. Seguro que aprenderéis con ella: En este estudio han participado...